La ventana de la centuria y los problemas venideros

El 28 de septiembre de 2019 publiqué un artículo que hablaba del problema de la Ventana de la Centuria  (Date Windowing) que podría acaecer en 2020. En él desglosé los posibles problemas que pudieran acaecer debido a haber implementado este paliativo en sistemas que almacenaban las fechas con seis guarismos y no con un formato de fecha completo o, al menos, los formatos seriales de fecha que ya existen en distintos lenguajes de programación.

Todo esto nació con el famoso Problema del Año 2000 o Y2K, mismo que explico en ese mismo artículo. La resolución definitiva de este problema es el de rehacer la base de datos en los sistemas que lo tengan, así como readecuar los códigos para que comprendan las fechas con 8 guarismos y no con 6. Este tipo de solución no sólo es lento, pues hay que revisar un montón de código, así como estructuras de datos, sino que, también, es costoso por lo mismo laborioso que es.

Como ya explicaba en ese artículo, muchas organizaciones optaron por la implementación de la Ventana de la Centuria por ser más económica y dar cierto margen de tiempo para que el problema se resuelva de manera definitiva (así es, la ventana de la centuria sólo da más tiempo, no evita que la resolución conocida como "expansión de datos" se lleve a cabo). El problema es que hay quienes no saben que en sus vetustos sistemas tienen implementada la ventana de la centuria pues, como suele suceder, sus sistemas no están documentados.

Si bien podría pensarse que los problemas acaecidos al principio de este 2020 en algunos países debido a la implementación de la Ventana de la Centuria hasta 2019 ya pasó, a decir verdad ese problema podría presentarse en 2025 e, incluso, en 2030. El detalle es que no se estableció un estándar en la ventana de la centuria y algunos optaron por establecer a 2019 como el final de la ventana, otros a 2024 y otros en 2029... Otros en fechas diferentes. Así, se debe revisar el código de los programas que todavía se usen en COBOL, RPG y otros venerables lenguajes de programación que corren en equipos AS/400 u otros contemporáneos o más antiguos, de manera que se erradique el problema de una vez por todas.

Es difícil que una MPYME tenga internamente algún problema de éstos, pero ello no significa que las grandes empresas, instituciones e instancias gubernamentales a las que muchas MPYMEs atienden no tengan este problema. Si bien quedan contados programas que siguen funcionando con esta mala práctica de programación (antaño obligada), los que quedan seguramente siguen porque realizan procesos clave. Y ése es el problema.